El proceso de traducción de la Biblia al latín, siriaco y copto comienza en trono al año 180 dC. El número creciente de cristianos que hablaban estas y otras lenguas y no ya el griego, en el que estaba escrito el NT y al que había sido traducido el AT, hacia inevitable el inicio de este proceso de traducción. El origen de algunas de estas versiones antiguas son desconocidas, no se conocen sus historias, es decir, si cada una de estas versiones comenzó de una sola o de varias versiones, o si por el contrario, en un principio coexistieron varias versiones que más tarde, a través de un proceso de unificación, llegaron a confluir en un único texto. Solo en el caso de las versiones gótica y eslava se sabe con certeza que desde el primer momento existió una versión única.
4.1. Versiones latinas
4.1.1 La Vetus Latina (VL)
La “versión latina antigua” conocida corrientemente como Vetus Latina es la traducción o conjunto de traducciones anteriores a la versión Vulgata, realizada por Jerónimo a finales del s. IV.
Existen dos familias:
a) La africana, difundida por el norte de África, especialmente en Cartago, donde se conoce especialmente en los escritos de Tertuliano por el s. II, luego citado por Cipriano de Cartago, los códices mas conocidos son: Códice Palatino (ite); códice Fleury (Ith); códice bobiense (ith) y
b) La europea, a finales del s. IV circulaba por Italia, la Galia y España diversas copias llamadas “europeas”, sus códices más conocidos son: códice Varcelense (ita); códice Veronense (itb) y códice Beza (itd) . San Agustín se queja de que, dada la enorme difusión de los manuscritos griegos y el conocimiento que del griego tenían muchos cristianos de habla latina, cualquiera se sentía autorizado para introducir correcciones al texto latino, hasta el punto de que parecían existir tantas versiones como códices.
4.1.2 La Vulgata (Vg)
Desde el s. XVI se da el nombre Vulgata a la traducción llevada a cabo por Jerónimo a finales del s. IV. Llegó a ser la versión “divulgada” y oficial de la Iglesia Católica. Esta versión se realizó puesto que la versión antigua (VL) había entrado en un estado de corrupción y aparecieron las versiones griegas en unciales que respondían mejor al ambiente más culto de la época, abonaron el terreno para esta versión latina.
Jerónimo nacido por el 347 dC., recibió su formación en las mejores escuelas exegéticas del Oriente griego y aprendió hebreo con rabinos judíos. Pasó en Belén la última parte de su vida. Conoció la biblioteca que Orígenes y Eusebio habían creado en Cesarea y allí pudo consultar las famosas Héxaplas de Orígenes. Este trabajo lo hizo a petición del papa Dámaso.
Características. Jerónimo no tradujo los libros deuterocanónicos del AT, pues no formaban parte de las veritas hebraicas. Pero, la tradición manuscrita de la Vulgata no tardó en incorporar una traducción de los mismos. Jerónimo utilizó textos griegos y hebreos contemporáneos, aunque finalmente se llegó a corromper con las mezcla de la VL.
4.2. Versiones siriacas.
El siriaco era hablado en Mesopotamia, en Siria con algunas diferencias dialectales, en partes de Palestina. Como la iglesia apostólica penetró en estas regiones (Hechos 6:5; 11:19-30, donde se formaron importantes centros cristianos (como Antioquía y Edesa). Luego surgió la necesidad de una traducción del NT para aquellos que tenían dificultades con el griego. Probablemente fueron las primeras traducciones
4.2.1. Vetus Syra.
Es discutida su origen, si es judaica o judeocristiana de esta versión siriaca antigua. La casa real de Adiabene, al este del Tigris, se convirtió al judaísmo por el año 40 dC., sin embargo, pudo también ser realizada por judeocristianos. Se realizó a partir de una versión targúmica. La historia del NT en siriaco arranca del Diatéssaron o armonía de los cuatro evangelios. Esta obra, verdadero monumento de la literatura cristiana antigua, fue realizada en torno al año 170 dC por Taciano, discípulo de Justino. Taciano utilizó un manuscrito griego que circulaba en Roma a mediados del s. II.
4.2.2. Pešitta (Syrp)
Pesitta significa “sencilla” o “simple”, tiene una historia compleja que aparece reflejada en las frecuentes variaciones de su texto y estilo. La traducción fue realizada en varias épocas y por autores diferentes, judíos o cristianos. Se ha de fechar en las últimas décadas del s. IV. El NT no contiene 2 Pedro; 2 y 3 Juan, Judas y Apocalipsis.
4.2.3. Versión Filoxena (Syrph)
Se atribuye esta versión a Policarpo, quien la hubo de realizar en el 507/8 por encargo de Filoxeno, obispo de Mabug. No se trata de una traducción nueva sino de una refundición de la Pesitta, hecha con el propósito de lograr una mayor literalidad en relación con el original griego. El NT contiene todo el canon.
4.2.4. Versión palestinense (Syrpal)
Esta versión es independiente de las demás versiones siriacas. Su lengua es el dialecto arameo occidental hablado por los cristianos de Palestina. En los siglos IV y V, la población de la región palestina llegó a ser cristiana casi en su totalidad, siendo el griego la lengua predominante.
4.2.5. Versión heracleana (Syrh)
Se propone una fidelidad absoluta al original griego, sin el menor respeto a la gramática y estilo de la lengua siriaca. Fue obra de Tomas de Heraclea durante su exilio en Alejandría. La concluyó en el 616 dC.
4.3. Versiones coptas.
El copto representa a la última parte del desarrollo de la antigua lengua egipcia. Era la lengua hablada por la población egipcia mucho antes de la era cristiana. Sin embargo, hasta el 200 dC. no se convirtió en lengua escrita, y lo hizo precisamente a partir de las traducciones de la Biblia. Se escribía en caracteres griegos, a los que se hubieron de añadir otros siete caracteres tomados de la escritura demótica. El copto desarrollo siete formas dialectales. Se conservan partes de la Biblia escritas en seis de estos dialectos: Sahídico (copsa), extendido desde el Cairo a Heracleópolis; bohaírico (copbo), hablado en el Delta occidental y en Nitria; acmímico (copach) dialecto de Achmim, la antigua Panópolis en el Alto Egipto; el fayúmico (copfay) al oeste del Nilo y sur del Delta; el subacmímico y el dialecto egipcio medio.
4.4. Otras versiones antiguas
4.4.1. Versión gótica.
La primera versión que se conoce la tradujo el obispo Ulfilas, apóstol de los godos en las provincias del Danubio a mediados del s. IV. Es una de las versiones para las que hubo que crear un alfabeto. Se empleó como base del AT la LXX y el NT se tradujo de manuscritos griegos.
4.4.2. Versión armenia.
A comienzos del s. V, el patriarca Sahug (390-439) y Mesropio (439) a quien se atribuye la invención de la escritura armenia, comenzaron la traducción de la Biblia y de la liturgia a la lengua nacional, en reacción contra la utilización del siriaco en el culto armenio. El AT fue hecha en un principio a partir de la versión siriaca, en cambio el NT pudo haber sido hecho a partir del griego.
4.4.3. Versión georgiana
El cristianismo llegó a Georgia, entre el Mar Negro y el Mar caspio, en la primera mitad del s. IV. el georgiano es una lengua aglutinante, que no guarda relación con ninguna otra lengua conocida. No se puede establecer el tipo de texto usado, puede ser griego, siriaco o armenio.
4.4.4. Versión etiópica.
La versión de la Biblia al etiópico se inicio posiblemente hacia mediados del s. IV o poco después, cuando fue consagrado obispo de Acsum Frumenio, la primera figura histórica del cristianismo etíope de la que se tienen noticias. La tradición manuscrita de esta versión es posterior al s. XIII y muestra un texto misxto, con huellas de fuerte contaminación por los textos medievales árabe y copto.
4.4.5. Versiones árabes.
No se conoce la fecha precisa de la traducción al árabe, pero se cree que hasta la época de Mahoma (632) la lengua de los cristianos de Arabia era el siriaco y que solo en una época posterior se hizo sentir la necesidad de disponer de una versión al árabe. Los textos más antiguos conservados nos son, en todo caso, anteriores al s. IX.
4.5. Valor de las versiones antiguas.
El valor principal de las versiones antiguas, muchos de cuyos idiomas son muertos, consiste en el testimonio claro que dan de la antigüedad de los escritos sagrados de la Biblia, especialmente de los del Nuevo Testamento, y de la condición en que se encontraba el texto en la época de las traducciones respectivas. En este sentido son especialmente importantes las versiones mas antiguas, puesto que fueron hechas en tiempos anteriores a los manuscritos griegos más antiguos que conocemos.
4.6. Versiones medievales y modernas.
Las versiones antiguas de la Biblia, fueron seguidas por las versiones medievales. Del s. VII procede la versión anglosajona, del siglo IX la bohemia y del XI la alemana (en bajo alemán). En los ss. XII y XIII vieron la luz versiones al provenzal, francés, italiano y holandés; en el s. XIV, al inglés, noruego, polaco y persa; en el s. XV, al húngaro y sueco.
La primera Biblia impresa fue una Vulgata editada por J. Gutemberg en Maguncia (Alemania) en los años 1450-1456. La segunda impresa, y primera en una lengua moderna, fue una versión alemana editada por J. Mentelin en 1466; siguieron la Biblia de Agosto, versión italiana de Nicolo Malermi, publicada en Venecia en 1471, la francesa de Jean de Rely, en 1487, y la checa, editada en Praga en 1488.
La de Martín Lutero de 1534 fue la primera Biblia completa traducida a una lengua moderna a partir de las lenguas originales; la versión del NT había sido publicada en Wittemberg en 1522; la edición típica es la de 1545; alcanzó gran popularidad y constituye un monumento de la literatura en lengua alemana. Valor similar tiene la versión inglesa conocida como Biblia del Rey Jacobo o Authorized Version de 1611; fue revisada en 1881-1895, y desde entonces es conocida como The Revised Version.
A finales del s. XVI, la Biblia completa había sido traducida al holandés (1526), francés (1530), sueco (1541), danés (1550), polaco (1561, en Cracovia por Juan Leopolitano) y además lenguas europeas. En el s. XIX, el siglo de las misiones, la Biblia fue traducida a unas 500 lenguas dialectos. Este esfuerzo de traducción se ha visto continuado e incrementado en el presente siglo. Versiones muy utilizadas en la actualidad son, en lengua inglesa; The Revised Standard Version, The New English Bible y The New American Bible, y en francés La Sainte Bible de Jérusalem, dirigida por los PP. Dominicos de la “Ecole Biblique” de Jerusalén y la Traduction Oecuménique de la Bible.
Las versiones portuguesas comienzan a finales del s. XIII en el monasterio de Alcobaca con una versión parcial de Hch y una historia abreviada del AT. Pero la primera versión completa de la Biblia es la de Antonio Pereira de Figueiredo, hecha en Lisboa durante los años 1778-1790, que volvió a editarse, revisada varias veces parcial o totalmente, en el s. XIX. Por su parte, J. Ferreira de Almeida es el autor de una versión protestante completa de la Biblia entre 1681 y 1719. Matos Soares lleva a cabo otra traducción completa de la Biblia, hecha de la Vulgata de Lisboa el año 1932. En Brasil la Liga de Estudios Bíblicos realiza una traducción completa de la Biblia en 1955.
4.7. La Biblia en España
La primera versión importante al Castellano de la que se tiene datos precisos, es la que se conoce como La Biblia Alfonsina, traducida por orden del rey Alfonso X de Castilla, España, "el sabio", y que apareció en 1280. Es una traducción de La Vulgata. En 1430 apareció una traducción del Antiguo Testamento, realizada por el rabino Moisés Arragel, de Guadalajara, España, por ordenes de Luis Guzman.
Habiéndose salvado de La Santa inquisición Católica Romana, con el tiempo esta Biblia paso a la familia del Duque de Alba, que la posee en la actualidad, y por eso se conoce como La Sagrada Biblia de la Casa de Alba.
En 1527 el cardenal Quiroga obsequio al rey Felipe II la traducción al Español que había realizado de La Vulgata latina. Se conoce como La Sagrada Biblia de Quiroga.
En 1543 apareció la versión del Nuevo Testamento traducido por Francisco de Enzinas, el cual utilizo el texto griego publicado por Erasmo en 1516 Bruselas, Bélgica.
Mientras tanto, a fines del siglo XV los judíos habían sido expulsados de España. Salieron al exilio, pero fueron llevando con ellos el idioma. Algunos se establecieron en Ferrara, Italia, en donde en 1553 apareció La Biblia de Ferrara. Fue una traducción hecha por YomTob Atlas y Abram Usque.
En 1556, Juan Perez de Pineda publico su versión del Nuevo Testamento, para la cual había usado la versión de Enzinas, agregando su propia traducción de Los Salmos.
Sin duda alguna, la obra de mayor envergadura fue la traducción completa de toda la Biblia llevada a cabo por Casiodoro de Reina, ex monje Jerónimo de San Isidoro de Sevilla, después convertido al protestantismo. Tras doce años de trabajo, como el mismo confiesa, imprime su clásica versión en Basilea el año 1569 con el siguiente título: La Biblia, que es, los sacros libros del Viejo u Nuevo testamento. Trasladada en Español. La traducción fue hecha casi seguramente de los originales, utilizando además otros instrumentos, como la versión literal latina de Santos Pagnino y de la literalisima castellana Biblia de Ferrara, asi como la versión neotestamentaria de Juan Perez de Pineda, que prácticamente copia desde 2 Ped hasta Apoc. Esta Biblia, conocida vulgarmente como “Biblia del Oso” por el grabado que figura en su portada, fue revisada por Cipriano de Valera, quien preparó la segunda edición, aparecida en Amsterdam en 1602. Coloca los deuterocanónicos del AT al final, añade algunas notas y corrige en parte el texto de Reina, eliminando los pasajes deuterocanónicos y los textos no hebreos que Reina había puesto entre paréntesis, especialmente en Prov. Esta versión, conocida popularmente como Reina-Valera con varias revisiones posteriores, las mas importantes de las cuales se hicieron en 1862, 1909, la de 1960 es la que ha sido editado con mas frecuencia por las Sociedades Bíblicas y se sigue usando en el cristianismo de todo el mundo. En 1977 la Editorial CUE de Barcelona, España, publico una revisión de la versión de Reina-Valera de 1909.
En 1989 la Editorial Mundo Hispano de El Paso, en el Estado de Texas, Estados Unidos de Norteamérica, publico la versión Reina-Valera Actualizada, también basada en la versión de 1909, y cotejada con diversas traducciones y con los mejores textos en Los idiomas originales.
Pasarían mas de dos siglos antes de que la iglesia Católica de Roma autorizara la publicación de la Biblia en Español. En 1790 se publico en Valencia, España, La Sagrada Biblia de Felipe Scio de San Miguel, traducida de La Vulgata por orden del rey Carlos III. Consta de 16 tomos. Otra traducción de La Vulgata apareció en 1822, realizada por Felix Torres Amat y Miguel Petisco;
Mientras tanto, en el mundo evangélico, las versiones de La Sagrada Biblia continuaban apareciendo. En 1857 apareció la traducción del Nuevo Testamento llamada del Nuevo Pacto, y que se atribuye a Guillermo Norton, de Edimburgo, Escocia.
La Versión Moderna fue una traducción realizada por H. B. Pratt, misionero en Colombia y México, y publicada en 1893 por La Sociedad Bíblica Americana de Nueva York, Estados Unidos de Norte américa. Esta versión se distingue por ser muy fiel al hebreo, arameo y griego; sin embargo, logró una popularidad muy limitada.
En 1919 apareció el Nuevo Testamento, versión de Pablo Besson, pastor en Argentina. En 1923 se publico La Versión Hispano-americana del Nuevo Testamento, realizada por una comisión de traductores designada por La Sociedad Bíblica Británica y Extranjera y La Sociedad Bíblica Americana.
La Iglesia Católica a partir de la Encíclica Divino afflante Spiritu, de Pio XII, el año 1943, hizo que se desarrollasen todos los campos de las ciencias bíblicas e impulsólas traducciones de la Biblia en lenguas hispánicas.
En 1944 se publico en Madrid, España, La Sagrada Biblia, versión de Eloino Nacar y Alberto Colunga. Esta fue La primera traducción hecha por traductores católico-romanos directamente de Los idiomas Bíblicos originales, y ha llegado a ser la versión católico -romana mas difundida, habiéndose publicado un sin numero de ediciones.
A partir de la década de los años cuarenta ha habido una verdadera explosión de traducciones de Las Sagradas Escrituras al español. Hay mas de treinta versiones que se han publicado, algunas de ellas apareciendo incluso el mismo año.
Una lista representativa es la que sigue:
• 1947 Biblia, Bover-Cantera, Madrid, España; católica-romana.
• 1951 Biblia, Juan Straubinger, Buenos Aires, Argentina; católico-romana.
• La Biblia Reina-Valera Revisada 1960 - RVR60 / 1960 Revisión de la versión Reina-Valera realizada por una comisión designada por Las Sociedades Bíblicas Unidas.
• 1962 Nuevo Testamento, Centro Bíblico Hispanoamericano, Toluca, Mexico.
• 1964 Biblia, Ediciones Paulinas, España; católico-romana.
• 1964 Biblia, Evaristo Nieto, catolicoromana.
• 1964 Biblia, Serafín de Ausejo, Barcelona, España, católico-romana.
• 1966 Nuevo Testamento, "Dios Llega al Hombre", Versión Popular, Sociedades Bíblicas Unidas.
• 1966 Nuevo Testamento, JoseMaria Valverde, revisada por Luis Alonso Shokel, erudito biblico Español; catolicoromana.
• 1967 Nuevo Testamento, Carlos de Villapadierna, Editorial Difusora Bíblica, Madrid, España; católico-romana.
• 1967 Biblia de Jerusalem, traducción directa de los idiomas originales, siguiendo el modelo de La versión francesa, Bilbao, España.
• 1968 Nuevo Testamento Ecuménico, Comunidad Taize.
• 1968 Nuevo Testamento, Libro de la Nueva Alianza, Armando J. Levoratti, Mateo Perdia y Alfredo B. Trusso, católico-romana.
• 1971 Nuevo Testamento, Versión Moderna, sin nombre de autor.
• 1972 La Nueva Biblia para Latino-américa, Ramón Ricciarde, Editorial Verbo Divino y Ediciones Paulinas; católico-romana.
• 1972 Nuevo Testamento Viviente, Juan Rojas y otros; traducción basada en la versión en inglesThe Living New Testament, de Kenneth Taylor.
• 1973 Nuevo Testamento, Biblia de las Americas, The Lockman Foundation, La Habra, California.
• 1975 Nueva Biblia Española, dirigida por Luis Alfonso Schokel y Juan Mateos.
• 1977 Biblia, Revision de la version Reina-Valera de realizada por CLIE, Barcelona, España.
• 1979 Biblia, Versión Popular, Sociedades Bíblicas Unidas.
• 1979 Biblia, La Sagrada Biblia al Día, que sigue el modelo de The Living Bible, Unilit, Miami.
• 1986 La Biblia de las Americas, The Lockman Foundation, La Habra, California. En 2005 en español latinoamericano se publica una versión denominada La Nueva Biblia de los hispanos.
• 1989 Biblia, Reina-Valera Actualizada, Editorial Mundo Hispano, El Paso, Texas.
• 1999 la Sociedad Bíblica Internacional saca una traducción española; La Nueva Versión Internacional (NVI) dirigido por el colombiano Luiciano Jaramillo junto a un equipo hispanoamericanos en Miami, estados Unidos.
• 2005 Rafael Alberto Serrano, colombiano saca La Palabra de Dios para todos en Texas, Estados Unidos.
• 2006 sale a luz la Biblia del Peregrino, dirigida por Alonso Shokel, por la editora Mensajero de Bilbao, España.
• 2006 la Editorial Broadman y Holman en español publicó la Biblia Peshitta. Es una traducción realizada por el Instituto Cultural Alef y Tau de Mexico.
• 2008 salió a luz la Biblia Interconfesional completa. Ya en 1978 se publicó el Nuevo Testamento Interconfesional, traducción del griego al español realizada por un equipo de la Comisión Española de Relaciones Interconfesionales, la Casa de la Biblia, la Biblioteca de Autores Cristianos, las Sociedades Bíblicas y la Editorial Verbo Divino.
4.8. Las Sociedades Bíblicas Unidas
Las Sociedades Bíblicas Unidas conforman una organización internacional, no lucrativa y no denominacional dedicada a la divulgación de la Biblia. Según ellos mismos, "son una fraternidad mundial de Sociedades Bíblicas Nacionales trabajando en más de 150 países. Su propósito es alcanzar a cada persona con la Biblia o alguna parte de ella en el idioma que pueda leer y entender y a un precio que pueda pagar". Según ellos mismos, las Sociedades Bíblicas Unidas distribuyen más de 600 millones de escrituras1 cada año.
El nacimiento del movimiento moderno de las Sociedades Bíblicas comenzó con la fundación de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera (SBBE) en Londres, en 1804. Su propósito fue el de incrementar la disponibilidad de Escrituras en Inglaterra y Gales, pero su visión misionera se extendió rápidamente. La SBBE no tardó en tener agentes, por toda Europa y más allá, que distribuían Escrituras y establecían Sociedades Bíblicas y agencias locales. Al limitarse a distribuir únicamente la Biblia, “sin notas ni comentarios”, la SBBE esperaba recibir el apoyo de cristianos de todas las denominaciones. Pronto hubo otras Sociedades Bíblicas nacionales ansiosas de operar en una dimensión internacional: Países Bajos en 1814; Estados Unidos en 1816; Rusia en 1821; y otras. Se publicaron ediciones de la Biblia con traducciones aprobadas por las diferentes iglesias y de acuerdo a sus respectivos cánones.
Según Sidney Rooy "La práctica misionera de los protestantes en el siglo XIX fue la distribución y el énfasis de la lectura de la Biblia. Después de su ausencia virtual durante la mayor parte del período colonial, esta reinstitución marcó un viraje de 180 grados". (en Wagenveld, 103)
Juan de Zumárraga obispo en México desde 1527 hasta 1547 decía: "... El primer paso para ser cristiano es conocer las Sagradas Escrituras" (Pablo Alberto Deirós, Historia del cristianismo en América Latina, Fraternidad Teológica Latinoamericana, Buenos Aires, 1992, 590).
Sin embargo "casi todo el período colonial la posesión de la Biblia fue condenada y castigada por la inquisición romana" (Wagenveld, 103).
"La Sociedad Bíblica Británica y Extranjera (SBBE), organizada en 1804, y la Sociedad Bíblica Americana (SBA), organizada en 1816, imprimieron copias de la Biblia en español y en portugués" (Wagenveld, 103).
La distribución de la Biblia tuvo una amplia relación con la plantación de iglesias en Latinoamérica.
Muchos trabajaban arduamente en la distribución de la Biblia porque creían que "con la capacidad de leer la Biblia y de conocer su mensaje habría un gran cambio en la situación religiosa en América Latina. Para ellos, el gran problema fundamental en el período colonial había sido la ignorancia de la verdad... Por lo tanto, su esfuerzo no se dirigía a la plantación de nuevas iglesias. Creían firmemente que con sembrar la semilla de la Palabra de Dios, las plantas nuevas brotarían, tomarían raíz y darían frutos a su debido tiempo. Y tenían razón". (Wagenveld, 104).
Después de la Primera Guerra Mundial, las Sociedades empezaron a buscar maneras de coordinar su trabajo por medio de acuerdos de “cortesía” y agencias conjuntas. En 1932, los delegados de las Sociedades Bíblicas en los Estados Unidos, Inglaterra y Gales, y Escocia se reunieron en Londres para coordinar sus actividades, las que se estaban traslapando en los Balcanes, Brasil, Chile, China, Japón, el Medio Oriente, Uruguay y Venezuela. Los beneficios que obtendrían al compartir sus experiencias y prácticas se hicieron cada vez más evidentes, y en 1939 en Woudschoten, Países Bajos, estas tres Sociedades, a las que se unieron las Sociedades Bíblicas en Francia, Países Bajos y Noruega, se reunieron para planificar el establecimiento de un “Concilio Mundial de Sociedades Bíblicas”.
La realización de sus planes se demoró debido a la Segunda Guerra Mundial, pero después, en 1946, delegados de 13 países se congregaron en Haywards Heath, Inglaterra, donde el 9 de mayo se fundaron las Sociedades Bíblicas Unidas. A partir de 1946, las Sociedades, tradicionalmente poderosas, dejaron el control directo del trabajo en otros países y estimularon el desarrollo de Sociedades nacionales autónomas. Las Sociedades miembros han establecido también una estructura de comités y oficinas para ayudarlas en su trabajo, y han fijado un presupuesto en común, por medio del cual se comparten los recursos financieros.
Traducciones en lenguas indigenas
El trabajo de traducción del texto bíblico en una lengua minoritaria es bastante complejo y puede llevar décadas. En general, las lenguas de los pueblos originarios son ágrafas, o sea, no tienen representación gráfica o alfabeto. Son lenguas solamente habladas. Así, los equipos que se dedican a este trabajo tienen que convivir directamente con esa población durante muchos años, a fin de aprender y estandarizar la lengua para la cual pretenden traducir las Sagradas Escrituras. Además, tienen que conocer la realidad cultural en la cual está insertada la población, para buscar dentro de la lengua formas de traducir el contenido de las Escrituras. Conozca un poco del trabajo realizado por algunas Sociedades Bíblicas para llevar la Palabra de Dios a esas poblaciones.
Argentina
Son más de 20 lenguas existentes en Argentina, de las cuales ocho de ellas poseen traducciones de la Biblia: Yahgan, Wichí, Toba Qom, Toba del Oeste, Pilagá, Mocoví, Chorote y Quichua Santiagueño.
Bolivia
En el país son habladas 36 lenguas, incluyendo el español. Un decreto de 2012 reconoció a todas como oficiales. De este total, la Sociedad Bíblica Boliviana ya desarrolló proyecto de traducción para cerca de 30 de ellas, entre las cuales: Guaraní, Aymara y Quechua.
Chile
La Sociedad Bíblica Chilena ya desarrolló la traducción del Nuevo Testamento al Mapudungun, lengua indígena hablada por 100 mil a 200 mil personas.
Colombia
En el país existen 68 lenguas nativas, habladas por cerca de 850 mil personas. La Sociedad Bíblica Colombiana está trabajando en la traducción del Antiguo Testamento a los idiomas Wayunaiki y Nasa Yuwe, hablados por los pueblos indígenas wayúu y paeces.
Costa Rica
Los pueblos con mayor población indígena en el país, el cabécar y el bribri, fueron beneficiados con la traducción del Nuevo Testamento a sus idiomas.Para atender a estas poblaciones, que sumadas reúnen 21 mil hablantes están siendo preparadas nuevas ediciones.
Ecuador
El número de lenguas originarias en el país es grande. Ocho de ellas son las más prominentes, de las cuales cinco disponen de la Biblia o partes de ellas. Sin embargo, existen más de 200 dialectos, de los cuales solamente 30% tienen una parte de la Biblia traducida. Para atender a estos pueblos, las Sociedades Bíblicas Unidas en el Ecuador tienen trabajado en proyectos de traducción de las Escrituras, con énfasis en Quichua Chimborazo, Quichua Imbabura y Quichua Cañar.
Guatemala
Con una población de 14 millones de personas, de las cuales 60% son indígenas, Guatemala tiene 24 idiomas indígenas reconocidos por el Gobierno, además del español. Para alcanzar esa gran parte de la población, la Sociedad Bíblica de Guatemala trabaja en proyectos de traducción de la Biblia para esas lenguas. Nueve de ellas ya poseen la Biblia completa impresa y hay más de cuatro en desarrollo: Poqomchi, Achí de Cubulco, Mam de Huehuetenango y Qanjobal.
México
Este país tiene la mayor población indígena de América Latina, con aproximadamente 10 millones de habitantes, entre el 8 y 10% de la población nacional y el 32% de toda América Latina. De acuerdo con datos oficiales (INALI, 2008), hay 364 variantes lingüísticas. Para llevar el Libro Sagrado también a esa población, la Sociedad Bíblica de México viene trabajando con diversos ministerios, y, hoy en día, ya es posible encontrar el Nuevo Testamento en 122 de esas variantes. Por su parte, la Biblia completa está disponible en siete de ellas y hay más de siete proyectos en desarrollo.
Paraguay
El país posee 22 lenguas, siendo que el Español y el Guaraní comparten el status de idiomas nacionales. De los 5,2 millones de habitantes, 87,1 mil son indígenas. La Biblia completa está traducida en cuatro idiomas indígenas: Nivaclé, Lengua Norte, Lengua Sur y Guaraní.
Perú
La Sociedad Bíblica Peruana tiene una actuación intensa en el campo de la traducción bíblica, colaborando con el Conaci (Coordinador Nacional de Asociaciones Cristianas Indígenas del Perú), además de contar con el apoyo de diferentes organizaciones. En el país existen 58 lenguas, de las cuales 48 poseen al menos una parte del texto bíblico traducida. La Biblia completa está disponible en cuatro idiomas: Aymara Central, Quechua de Ayacucho, Quechua de Cusco y Quechua de Huallaga.
Principios de traducción
Traducir un mensaje escrito significa pasar de una lengua a otra. En el caso de la Biblia, por no conocer las lenguas originales (hebreo, arameo y griego), el lector necesita recurrir a un traductor, que hace la mediación o pasaje de una lengua a otra. En su tarea, el traductor tiene básicamente dos opciones, así descritas por el erudito alemán F. Schleiermacher, en 1813: “O el traductor deja al escritor quieto en su lugar, llevando, en la medida de lo posible, el lector hasta él; o deja al lector en paz y, en la medida de lo posible, trae al escritor hasta él”.
Si queréis prestar atención a las instrucciones dadas en la Palabra de Dios, podréis salir con un desarrollo de la fuerza intelectual y moral que dará ocasión de regocijo aun a los ángeles, y Dios se gozará por vosotros con cántico. Bajo esta disciplina obtendréis el más pleno desarrollo de vuestras facultades… Día tras día, revestíos de Cristo; y durante el breve período de vuestra prueba aquí en la tierra, mantened vuestra dignidad en la fuerza de Dios, como colaboradores con los más altos agentes del cielo (CM, 99, 100).
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