Abre una versión moderna de la Biblia en Marcos 16 y encontrarás 20 versículos, como en la mayoría d las versiones anteriores. Pero también verás una nota en el texto o al pie de página que indica que algunos de los manuscritos más antiguos no incluyen los versículos 9 al 20. De hecho, algunos manuscritos contienen una breve adición al versículo 8, llamada 'el final corto'. Otros incluyen los versículos 9 al 20, llamados 'el final largo'
¿Cuál es el final correcto?
El manuscrito más antiguo de Marcos procede del siglo III DC. y es un papiro conocido como Papiro 45. Por desgracia, no se extiende más allá de Marcos 12:28. Aparte de él, los dos manuscritos griegos más antiguos que contienen el final de Marcos son el Códice Sinaítico y el Códice Vaticano que son excelentes manuscritos del siglo IV DC. Ninguno de estos dos manuscritos va más allá de Marcos 16:8. pero hay muchos otros manuscritos que incluyen los versículos 9 al 20. El más antiguo data del siglo V DC.
¿Cómo decidimos cuál de estos finales es el correcto?
El NT es, por lejos, el escrito mejor documentado del mundo antiguo. En este sentido, tenemos lo que Daniel Wallace, un conocido especialista en el texto griego del NT, llama 'una problemática abundancia'. Es decir, hay tantos manuscritos (más de cinco mil) que resulta difícil determinar cuál es la mejor variante textual. los eruditos han desarrollado una serie de reglas lógicas que, aplicadas con cuidado, proporcionan una considerable certeza acerca de qué escribieron en realidad los escritores de la Biblia. Kurt Aland y Barbara Aland, dos de los más respetados eruditos textuales del NT del siglo XX, lo explican así:
"La transmisión de la tradición textual del NT se caracteriza por un muy impresionante grado de tenacidad. Una vez que se produce una lectura (variante textual), persistirá con obstinación. es precisamente la abrumadora masa d e la tradición textual del NT... lo que proporciona una garantía de certeza a la hora de establecer el texto original... Podemos estar seguros de que entre estos (todos los manuscritos) hay todavía un grupo de testigos que preserva la forma original del texto, a pesar de la omnipresente autoridad de la tradición eclesiástica y del prestigio del texto posterior (uniformado por la iglesia de habla griega)" (Kurt Aland y Barbara Aland, The text of the New Testament (Grand Rapids: Eardmans, 1987, 286, 287).
Se trata de una afirmación contundente que ilustra el hecho de que podemos confiar en el texto del NT.
¿Qué señalan las reglas de la crítica textual acerca del final del evangelio?
He aquí los datos:
- Los dos manuscritos más antiguos que contienen el capítulo 16 de Marcos terminan en el versículo 8.
- Tenemos algunas versiones de los siglos IV al VII que añaden el final más breve a Marcos 16:8.
- Luego hay un grupo más amplio de testigos textuales (manuscritos) de los siglos III al XIII, algunos de los cuales añaden a Marcos 16:8 el final corto mientras que otros terminan con el largo.
- Por último, la mayoría e los manuscritos incluyen Marcos 16:8 y el final largo (9-20). Los manuscritos de este grupo van del siglo V al XIV
¿Qué conclusión cabe sacar de estos datos?
Ciertamente, los manuscritos con los versículos 1 al 20 son los más numerosos. Eso significa que los escribas que copiaban el texto tenían ante sí manuscritos que contenían el final corto o el largo y decidieron incluir ambos. Este es un excelente ejemplo de esa idea de tenacidad.
Es difícil argumentar de que un escriba cristiano pudiera haber suprimido del texto los versículos 9 al 20 o incluso el final más breve, sobre todo en vista de que el versículo 8 termina diciendo que las mujeres huyeron despavoridas del sepulcro y no dijeron a nadie lo que se les encomendó comunicar. Así pues, nos queda la alternativa bastante clara de que el evangelio de Marcos terminaba originalmente en Marcos 16:8. Pero ¿por qué terminaría el evangelista así su evangelio?
A lo largo del Evangelio de Marcos, Jesús pide a las personas que mantengan en reserva quién es él o sus curaciones milagrosas. En Marcos 1:44, dice a un leproso que no cuente su sanación a nadie. En Marcos 5:43, pide a Jairo y a su esposa lo mismo acerca de la resurrección de su hija. En Marcos 7:36, dice a un grupo que no digan a la gente acerca de su curación de un sordomudo. Y luego ordena a sus discípulos no decir a la gente que él es el Mesías (Marcos 8:30; ver también Marcos 9:9). No cabe duda de que la principal razón por la que Jesús les pedía que guardaran silencio era para disponer del tiempo necesario para terminar su ministerio de acuerdo con el tiempo profético anunciado en Daniel 9:24 al 27.
Ahora, en esta escena, aun después de que se les ha dicho que Jesús ha resucitado, las mujeres, temerosas y asombradas, huyen del sepulcro y, al menos en un primer momento, tampoco ellas hablan acerca de lo que ha sucedido. Todo encaja perfectamente. Esto forma parte del motivo revelación-secreto que recorre todo el evangelio de Marcos. Hemos visto antes que, cuando Jesús dice a la gente que no cuente algo, normalmente desoyen su pedido y lo hacen de todos modos. Ahora en Marcos 16, se dice. a las mujeres que vayan y lo cuenten, pero ellas huyen despavoridas y no lo dicen a nadie. La característica constante de estos encuentros es que la gente no hace lo que se le dice.
Huir con miedo y no contarlo a nadie 'no es como termina la historia'. Con su silencio, aquellas mujeres la dejaron inconclusa. Alguien tiene que ir y contarla ¿Quién será esa persona? Tú, el lector de Marcos.
A lo largo de Marcos, el lector ha estado 'por encima' de los personajes en cuanto a saber quién es Jesús y hacia donde se dirige. Esto puede crear una sensación de superioridad. Pero aquí, al final del libro, el evangelista cambia la situación con un final abierto que constituye un llamado al lector. Evidentemente, alguien contó lo ocurrido en la tumba vacía, lo que vio y oyó allí, pero Marcos deja el final de su informe abierto y sin explicación como una manera de desafiar al lector a que sea él quien vaya y comparta la buena noticia acerca de la muerte y resurrección de Jesús. Podemos pensar en el final largo d esta manera: el evangelista Marcos hizo un trabajo tan bueno al escribir un final abierto para su evangelio, que alguien en el siglo II dijo: "¡Así no es como termina la historia! Así no termina un evangelio". Y esa persona elaboró un final acorde con los demás escritos del naciente Nuevo Testamento que circulaban entre los cristianos y lo añadió a Marcos 16:8.
Algunos lectores modernos pueden considerar que Marcos 16:8 es un final abierto demasiado sofisticado para un documento antiguo. ¿Tendría realmente el evangelista la habilidad literaria para narrar la historia de esta manera impulsando al lector a 'ir y contarlo'?
La información anterior sugiere que la respuesta es afirmativa. Pero también tenemos la corroboración de otros relatos abiertos de la propia Biblia.
- La parábola del hijo pródigo tiene un final abierto ¿entró el hermano mayor en la casa? . Su propósito es un llamamiento a los fariseos: ¿Recibirán a los pecadores?
- El libro de Jonás tiene un final abierto. ¿Cómo respondió Jonás a la pregunta de Dios? ¿Se arrepintió?. El libro de Jonás es un llamamiento a Israel para que mire más allá de sus fronteras y sea una bendición para las naciones vecinas.
- El libro de Hechos tiene un final abierto: ¿Qué le ocurrió a Pablo?. El final del libro de Hechos implica que la misión no ha terminado, sino que sigue en pie.
Y así, el evangelio de Marcos termina con un llamamiento al lector para que vaya y comparta la buena noticia. ¡Jesús ha resucitado! ¡Díganlo a todas las naciones!
VER TB VARIANTE TEXTUAL DE EFESIOS 1:1
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